Buenos días,
El primero de abril del 2018, Miguel Alejandro vio mi perfile en su pagina y decidió enviarme una rosa AMARILLA. Cuando ingrese al sitio les confieso que no recordaba que aun estaba registrada en el, porque a este punto en mis 40 años, había perdido la esperanza. Ingrese al sitio, mire el perfile de Miguel y al ver su foto supe que él tenia algo especial. Inmediatamente decidí darle contestación a esa rosa amarilla, con un saludo y bendiciones. Pero entonces en mi corazón hubo algo que me decía: ‘Escribe mas, cuéntale mas de ti, no quería perder contacto.’
Le escribí un saludo el viernes 6 de abril, con una respuesta inmediata de su parte (lo quiero clarificar) y desde ese día al presente no hemos dejado de comunicarnos. Decidimos conocernos en persona, con conversaciones previas y largas y una llamada con video el día anterior.
Nos conocimos en un centro de compras en mi ciudad (Miguel es de la capital y yo soy de Santa Ana) y el minuto que nos conocimos nos llenamos con un sentimiento incomparable…
Como si nos habíamos estado buscando uno al otro por muchos años y no nos habíamos visto. Miguel había sugerido que la primera cosa que haríamos después de habernos conocido era ir a visitar una iglesia donde estaría el Sagrado Sacramento expuesto. Haci que fuimos al santuario de La Virgen del Rosario en Santa Ana. Allí oramos y dimos gracias por habernos encontrado y por este sentimiento que comenzó a formarse como un bello y enorme amor, un amor que llego de Dios. (Miguel fue mi primer novio, había esperado 40 años de mi vida por él) de ese día en adelante Dios y María nos dieron muchas experiencias que resultaron en que nuestra fe floreciera, nuestra esperanza en Dios y su volunta resulto en comunicación eficiente y efectiva, aprendimos juntos a comprender el plan y la voluntad de Dios.
A fines de febrero, hablamos con mi madre (porque yo vivía con ella y Miguel vivía con su padre) y fuimos a mi parroquia para comenzar los tramites de matrimonio.
El día que nos entrevistamos con nuestro párroco, saliendo de allí Miguel me pidió que fuésemos a la iglesia con el Sagrado Sacramento a orar.
Estando ambos postrados ante el Señor, después de orar y agradecerle por todas las bendiciones recibidas, me preguntó oficialmente con un anillo de compromiso, si quería casarme con él. Obviamente le dije que SI.
Los dos lloramos de felicidad y le dimos gracias al Señor.
Y aquí unos días después de nuestra boda, les queremos dar gracias por tener este sitio donde Dios utilizo para unir estos dos corazones, o mejor a encontrarse. Dios en una de mis oraciones hace años me hizo realizar que mi futuro esposo y yo habíamos sido formados por el mismo puñado de barro, Él nos hizo uno para el otro antes de haber nacido. Así como le dijo a Jeremiah en su palabra: ‘Antes de darte vida, te había escogido; Antes de nacido, te había apartado, Yo te había destinado para ser profeta de las naciones’ (Jer.1.5)
Que Dios los bendiga por tener este instrumento para que el plan de Dios también sea completado por medio de este sitio que es una bendición.
Nos retiramos del sitio con mucha felicidad y paz en nuestros corazones, que nos conocimos y formamos un hogar bajo la bendición de Jesús.
Bendiciones siempre,
Katty y Miguel