Estamos en una temporada maravillosa y santa, la estación de la Navidad. Trae muchas bendiciones y buenos sentimientos, pero desafortunadamente también puede traer muchos sentimientos tristes, especialmente en medio de esta pandemia.
Esta temporada trae recuerdos buenos y malos de casa. Puede ser a la vez un momento emocionante y un tiempo solitario. Es una época del año en la que nos gusta estar en casa o con sus seres queridos. Si por alguna razón estamos solos ya sea en Navidad o Año Nuevo puede ser particularmente difícil para nosotros.
Pero recuerden, hay muchas personas que no tienen un hogar o que luchan diariamente por los medios para mantener viva a su familia. No pierdas este valioso tiempo concentrándote en ti mismo o en cuánto o lo poco que recibiste. Concéntrate en lo que puedes dar. Mucha gente está sola o pobre. Muchas personas necesitan tu ayuda, tu llamada telefónica o posiblemente una visita. Entregue a un refugio para personas sin hogar, a su banco de alimentos parroquial u otra organización benéfica.
Esta es la época en la que Dios se entregó personalmente a nosotros. Renunció a su ser divino para unirse a nosotros en nuestra pobreza. Trate de ser cada vez más como él esta temporada. Esa será tu gran bendición, no cuánto recibes.
Si la soledad te golpea ya sea en Navidad o en Año Nuevo alaba a Dios. Ustedes se parecen cada vez más a El en Su peseidad en esta época del año.
Dios bendiga, hermana Paula
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