Recientemente en un taller en Michigan, me encontré con una joven que conocía cuando yo era el capellán de su escuela secundaria. Ella me contó que había estado buscando a alguien especial en línea, así que me aproveché para hacerle preguntas acerca de temas que podría usar para escribir sobre esta situación para los jóvenes adultos. Después de pensar un minuto, ella tuvo una idea y me respondió: el miedo al compromiso. Le pedí una explicación mas detallada: Bueno, me dijo, “me gustaría encontrar a alguien, pero cuando lo encuentro y empiezo a pensar que tal vez esta es la persona especial que busco, me da miedo pensar que podría perder mi libertad.”
¿Suena común? Ella tiene miedo al compromiso y "de perder" su aparente libertad. Existe el temor en todo mundo al compromiso, pero solamente podemos encontrar a nuestro verdadero ser, cuando nos comprometemos a amar. ¿Cuál es el caso de llenar nuestros corazones con cosas o con la ilusión de ser independiente cuando sólo produce una depresión nebulosa en el corazón que busca amar a otra persona en el matrimonio? La libertad a la cual ella se refiere es una fantasía porque estamos hechos para amar y ser amados y allí es donde reside la verdadera libertad.
Individualismo es "todo sobre mí" y "lo que hay para mí". Si ese es el caso cuando se aproxime a una relación, se está condenado al fracaso desde el principio. La cultura de hoy propone el individualismo como el camino a la felicidad con una recompensa que nos espera a la vuelta de la esquina. "Hacerlo a mi modo" no conduce a una alegría de largo plazo y de satisfacción , si no finalmente a la frustración de un corazón vacío.
El sagrado corazón de Jesús es nuestro modelo de amor verdadero y duradero. Él nos amó hasta el extremo (Jn 13:1). Entre más amaba, más se comprometía. Cuando estaba cansado, se quedó toda la noche para curar y consolar a la gente (LC 4:40). Cuando tenía hambre, él continuó trabajando y sus parientes pensaron que estaba fuera de su mente (Mk3:21). Justo antes de su agonía en el huerto, le dijo a sus apóstoles que quería que su amor permaneciera con en ellos (Jn 15:10). Ustedes ven, que él demuestra amor por servir; él no vino para ser servido (Mk 10:45).
Así que al entrar en una relación, este seguro que hay compatibilidad e intereses comunes. Pero realice que están comprometiéndose a amar a esa persona. Usted está eligiendo a servir a esa persona en todas sus necesidades. Para algunos, esto puede sonar restringente, pero es el camino a la alegría y satisfacción.
Comentarios (3)
Me pasa lo mismo, pero entendí que es parte de nuestras vivencias y espero en Dios conseguir ese hombre que su máximo anhelo sea Jesús el verdadero amor con eso basta para que me ame de verdad.
Es cierto cada quien es un ser individual y en mi caso aunque la familia no me guste y vea algo diferente en esa persona sigo adelante y me acerco más y de rodilla ante Dios.
Si amamos y ponemos al Señor como prioridad, el resto nos llegará por añadidura...Los tiempos de Dios son perfectos y maravillosos....solo debemos tener más fe.