Querido padre,
Pregunta: He estado saliendo con una mujer por un año y medio. ¿Ha cambiado la iglesia su postura de que el sexo extramarital es un pecado mortal?
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Respuesta: Esta semana asistí a los servicios de velatorio y entierro de un amigo querido que falleció trágicamente en un accidente; su nombre era diácono Mike Mims. Con haber conocido a Mike una sola vez sellaría una amistad por vida. Él vivió su vida sinceramente y su sonrisa contagiosa irradia. En uno de los elogios, un querido amigo de Mike compartió su admiración por el amor de Mike para su esposa Kate y fue muy impresionado cuando Mike le dijo “si tu amor no es para traer a tu esposa al cielo, ¿por qué te casaste con ella?
Necesitamos sacar de nuestras mentes y corazones la ciénaga que envuelve al amor como un paseo egoísta que termina destruyendo corazones y relaciones.
Por lo tano has estado saliendo durante un año y medio y el sexo está en tu mente y tu cuerpo te dice que es muy adecuado expresar la plenitud de tu amor en un encuentro sexual. Todo bien, si el compromiso es tu fundación forjado en el pacto llama matrimonio. Al amar a alguien es querer el bien completo para ella y el anhelo por algo que Dios no ha bendecido es abrazar una mentira. Una gran demanda emocional de sentimientos y pasiones no mágicamente convierte algo malo (pecado) en algo eufórico y correcto. Dios no nos creó para conexiones sexuales solamente; Él nos creó para la felicidad que se encuentra sólo en el amor verdadero y culmina el pináculo del amor entre un hombre y una mujer en el encuentro sexual que es protegido por la fidelidad del pacto... matrimonio.
La iglesia siempre ha enseñado que el sexo fuera del matrimonio con una persona no casada (fornicación) o una persona casada (adulterio) es un pecado mortal. El pensamiento fugaz contemporáneo tiene esperanza que esta enseñanza se hubiese transformado de pecado mortal a pecado venial o simplemente al nivel de una imperfección espiritual. ¿Qué es un pecado mortal? ¿Es grave? ¿Puedo ir a confesarme y puf "todo esta bien otra vez"? El pecado mortal es grave y lo debemos temer, especialmente tener miedo de permitir que crezca en nuestras vidas. El numero 1861 del Catecismo de la Iglesia Católica afirma, "pecado Mortal es una posibilidad radical de la libertad humana, tanto como es el amor. Resulta en la pérdida de la caridad y la privación de gracia, es decir, del estado de gracia que santifica. Si no lo es redimido por el arrepentimiento y el perdón de Dios, provoca la exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna en el infierno. Por que nuestra libertad tiene el poder de hacer decisiones para siempre, el cual no tiene regreso hacia atrás. Sin embargo, aunque podemos juzgar que un acto es en sí mismo una ofensa grave, debemos confiar el juicio de personas a la justicia y la misericordia de Dios."
Verás, Dios es el autor de la verdad y su verdad es la clave para la realización humana, alegría y felicidad. Uno tiene que tener cuidado con ciertos tipos de comportamiento, porque fácilmente pueden conducir a malos hábitos que pueden convertirse en una vida de vicio. Erradicación de tales adicciones es posible, pero solamente con trabajo duro y el deseo concentrado de hacer el bien y amar de verdad.
Debemos intentar poner fin a cualquier noción de que las adicciones son buenas. La única bondad en ellas es que pueden derrotar nuestro orgullo y nos llevan a una mayor apertura a la gracia. También puede ayudar a recordar que la destructividad de la adicción no reside en las cosas a que estamos apegados, ni en nuestros deseos simples para ellas. Las cosas simplemente son parte de la creación, y Dios las hizo intrínsecamente buenas. La destructividad de la adicción se encuentra en nuestra esclavitud a estas cosas, convirtiendo el deseo en compulsión, con consecuencias feas y sin amor por nosotros mismos y nuestro mundo. Entre mas podemos entender cómo la esclavitud ocurre, más seremos capaces de dar vuelta hacia la dirección de libertad y amor. (Adicción y tolerancia por Gerald May)
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