Estimada Michele,
He estado evitando salir con mujeres que tienen hijos, pero me encuentro en la edad donde tengo que empezar a considerarlo. El problema es que no tengo hijos y sé que no tengo la menor idea en lo que me estaria comprometiendo. Quiero hijos, pero simplemente no sé si quiero ser un padre para los hijos de otra persona. ¿Eso me hace un hipócrita? ¿O demasiado exigente? ¿Cualquier idea que tengas me ayudaría!
Gracias,
Citas con hijos
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Estimado Citas con personas con hijos,
Excelente pregunta. Me encanta el hecho que te das cuenta de que criar hijos es algo que nunca se puede entender hasta que lo has hecho. Y aun así, nunca totalmente se resuelva, solamente se trata de hacer lo mejor que se puede en el camino. Es como estar envejeciendo , no se puede explicar completamente lo que es, sólo tienes que vivirlo. Cuando se encuentre con el padre perfecto, o el padrastro / madrastra perfecta, probablemente es alguien que no esta siendo honesto acerca del trabajo que se presenta.
Lo primero para considerar es la edad de los niños. Saliendo con una mujer con niños muy pequeños, menores de 6, es muy diferente a salir con una mujer con adolescentes. Cuando los hijos están muy pequeños, se requiere mucha atención. La única fuente de comodidad, seguridad y comprensión en el mundo son sus padres (o cuidadores primarios). Esto significa, que a veces, una cita tendrá que venir en segundo, tercero o la última lugar. Y después de proporcionar emocionalmente, espiritualmente, físicamente, económicamente y mentalmente a los hijos pequeños, es muy fácil estar agotada en ese papel de "siempre dar" al final del día. Algunos consejeros pueden sugerir que no deberían salir en citas las personas con hijos pequeños. No estoy totalmente de acuerdo, porque todos los padres deben tener sus necesidades adultas satisfechas por otros adultos, formando relaciones fuera del vínculo padre-hijo. Pero, tenga en cuenta, que su cita tiene una vida muy ocupada, desafiante y gratificante antes de encontrarse con usted al abrir la puerta.
Conforme los hijos crecen, adquieren mayor independencia y también pueden ser mas comprensivos. Se puede balancear las necesidades de un hijo mayor un poco más fácilmente con las necesidades de adultos. Los preadolescentes y adolescentes presentan sus propios retos, como van a través de la misma tasa de cambios físicos e intelectuales como un niño pequeño. Esto significa que pueden demostrar una versión de un "berrinche", con ser difícil o desafiante, o pueden sentirse amenazados por una nueva persona que sea una cita.
El otro elemento para considerar es el papel del padre de los niños. ¿Está en sus vidas? ¿Cómo es su relación con la madre? ¿Cómo se siente él, acerca de que un padrastro entre en la mezcla? ¿Cómo han resuelto los dos su modo de paternidad compartida? ¿Qué les dicen a los hijos sobre las personas que citan?
Por último, es importante considerar el momento oportuno y el lugar para conocer a los hijos de su cita. Le aconsejo en contra de conocerlos demasiado pronto, especialmente durante la fase de citas casual. Asegúrese de que se trata de alguien con quien quieres salir exclusivamente y potencialmente durante mucho tiempo, porque cualquier introducción a los hijos puede tener un impacto. En las citas según nuestra fe católica, yo sugeriría que no tenga citas de pasar la noche. Por razones obvias, cuando se trata de enseñanzas sobre la sexualidad, pero más aún por el ejemplo que demuestras a los hijos. Los niños aprenderán cómo deben ser las citas y cómo tratar al sexo opuesto observando a los adultos en sus vidas. No te molestes intentando de hablar con ellos acerca de algo que tú y tu pareja no están viviendo.
Así que hay muchas cosas que considerar. Pero he guardado lo mejor para el final. Enamorarse con un partido significa el amar a sus hijos también. Y el estar en la vida de un niño es la parte más gratificante de hacerse mayor de edad y mas sabio. Sí, pueden ocurrir desafíos, pero también hay grandes bendiciones. El amor verdadero está destinado a ser compartido fuera de nosotros mismos. El amor romántico que comparta con un partido es aumentado y traído a todo su potencial mediante la expansión a los hijos y otros familiares. Usted dice que quiere tener sus propios hijos, entonces probablemente cree que es un viaje increíble que no deberías perder. No tengas miedo que no puedas amar a los hijos de otros perfectamente, o que los desafíos puedan ser demasiados grandes. No sabemos, si te casas con alguien con hijos, puede ser tu oportunidad de convertirse en padre. Te animo que mantengas tu mente y corazón abiertos, mientras que tomas en cuenta todos los factores y todas las preguntas. Cuando conozcas a la mujer correcta, entonces tu situación se sentirá como el ajuste correcto.
Espero que encuentres esto útil y que Dios te bendiga en tu camino.
Michele Fleming, Ph.D.
Comentarios (1)
Hola! Buenas noches... Entiendo tu situación y qué puedo agregar a tan noble comentario de Michele. Estoy de la vereda de enfrente, tengo dos hijos y sé que éso representa un gran desafío para un hombre sobre todo si no ha tenido los propios. Pero como la paternidad es una vocación y eso va más allá de un adn común sólo puedo pensar y oportunamente en el mes de San José, en su SÍ. Dios tiene un plan, un propósito para cada uno; nos queda orar y pedir el auxilio del Espíritu Santo para que nos ayude a discernir su Santa y Perfecta Voluntad para que, en sintonía con ella, podamos tomar decisiones siempre prudentes y meditadas en oración que nos lleven por caminos seguros y bendecidos. San José aceptó un maravilloso "Paquete"= regalo de Dios y fue el mejor padre adoptivo porque Dios lo eligió y preparó durante toda su vida para ello. Así hace con nosotros, nos prepara. Ser dóciles a su voluntad no es sencillo , por lo general el riesgo es muy grande ya que en nuestra humanidad la soberbia de creer que lo que uno quiere es lo mejor nos antecede, desde Adán y Eva... Habrá que estar atentos a las señales divinas y con humildad aceptar que nuestra voluntad no siempre coincide con la de Dios, pero que la obediencia a Él es la única opción para alcanzar lo que muchas veces sin saberlo necesitamos... Sin saberlo... Tu "no sé si quiero" creo que se resuelve de una sola forma: sabiendo qué es lo que Dios quiere para ti. Reza, reza con humildad y vuelve a poner tu vida en Sus Manos.
Silvina Ayala.