¿Por qué parece que algunas parejas se mueven a través de las citas y el noviazgo con facilidad, con conflictos mínimos sobre cómo llegar a un compromiso, mientras que otras parecen luchar a través de cada hito? Parte de la respuesta está en la forma en que se adhieren a los demás. Recientemente, la investigación sobre la forma en que nos vinculamos, llamada teoría del apego, ha proporcionado algunos puntos de vista interesantes sobre por qué algunas relaciones parecen encarnar la seguridad, mientras que otras están forjadas por la ansiedad y el conflicto.
Sabemos que nuestro creador nos hizo para poder tener relaciones. El deseo en nuestros corazones de compartir nuestras vidas con otros del sexo opuesto es como Dios nos diseño.
Sabemos que nuestro creador nos hizo para las relaciones. El deseo en nuestros corazones de compartir nuestras vidas con otros del sexo opuesto es como Dios nos diseñó. Por eso es que es tan doloroso cuando encontramos a alguien que tiene el potencial de ser un compañero de por vida, pero esa persona no está dispuesta a avanzar en la relación, o simplemente parece "alejarse" emocionalmente. Otras veces, podemos conocer a alguien que parece ser una buena opción, pero a medida que avanza el tiempo, sus necesidades de cercanía y tranquilidad constantes pueden parecer abrumadoras.
La teoría del apego describe 3 diferente maneras que nos apegamos entre nosotros. Veremos si te puedes encontrar en estas descripciones. La mayoría de las personas tienen la tendencia de ser dominado por una categoría, aunque podemos tener tendencias en multiple categorías.
Apego ansioso. Las personas que muestran este estilo de apego ansioso tienen una historia de relaciones románticas más cortas y aveces tienen experiencias y creencias más negativas sobre el amor. Pueden verse a sí mismos como incomprendidos, inseguros y no apreciados, mientras que ven a su pareja como poco confiable o no dispuesta a comprometerse. Las personas con un estilo de apego ansioso tienden a desear niveles extremos de intimidad y experimentan altibajos emocionales a medida que sienten que sus propias necesidades no se están satisfaciendo, lo que puede complicarse por el miedo a expresar lo que necesitan. También les resulta difícil confiar en su pareja y muchas veces les preocupa que su pareja no esté allí para ellos, lo que tiende a hacerlos hipervigilantes a los signos de rechazo y propensos a los celos.
Apego evitativo. Las personas que tienen una tendencia hacia el apego evitativo tienen necesidades de autonomía e independencia. Pueden ser conscientes de que están más distantes de los demás, pero no necesariamente se sienten solos. Pueden tener miedos a la intimidad y tienden a no confiar en los demás, ya que generalmente ven a su pareja demasiado ansiosa por comprometerse y con frecuencia buscan limitar la intimidad. Por ejemplo, tenderán a limitar la auto-revelación y las emociones, especialmente durante el conflicto. Es menos probable que brinden apoyo emocional y, al mismo tiempo, tienden a no buscar apoyo.
Apego seguro. Las personas que están más apegadas de manera segura se sienten más cómodas con la cercanía emocional y la intimidad, y no se preocupan por ser abandonadas. Confían en que su pareja "estará allí" para ellos, incluso en tiempos de conflicto. Tienden a tener menos ansiedad, menos ira y más probabilidades de ser capaces de resolver problemas individuales por su cuenta. Las parejas seguras practican la "dependencia efectiva". Todavía están cerca y se extrañan entre sí cuando se separan, pero pueden operar como individuos.
Entonces, ¿qué hemos aprendido? Primero, no hay una forma "correcta" de vincularse; todos tenemos áreas donde somos débiles y otras donde somos fuertes. Comprender el estilo de apego de su pareja puede ser importante para aprender a llevarse bien. Muchas veces, una persona con un estilo de apego ansioso se vinculará con una persona que muestra un estilo de apego más evitativo, y una dinámica de “empujar-jalar" estará en su lugar. La buena noticia es que podemos crecer y aprender a adaptar nuestro estilo de apego. Hablar con un clérigo, o un consejero cristiano, o leer sobre los estilos de apego puede ayudarnos a obtener un vínculo más cómodo y seguro. Apegarse a alguien que está más seguro en su forma de vincularse nos hará más seguros.
Y, una de las mejores maneras de aprender a apegarse a los demás es practicar creciendo en nuestro apego a Dios. Él es el apego seguro definitivo, y puede ayudar a sanar las heridas que podamos tener de nuestros intentos de apegarnos a los demás. Habla con Él, apóyate en Él y aprende a apegarte a Él. Y, podrás aprender más sobre si mismo, tu pareja y cómo tener relaciones más cómodas y fáciles.
Comentarios (1)
Imagino que si estamos aquí es porque de alguna forma se nos "dificultó" el encontrar una pareja en nuestro cotidiano estar. Que los mueve a ustedes a encontrar una pareja? Que sentimientos tenemos cuando nos embarcamos en esta búsqueda? Que esperamos? De verdad piensan que las relaciones entre personas entran en tres categorías? Despierten.